Comer huatia es de lo más bonito que he hecho en Perú. Construir tu propio horno sobre y con la misma tierra, prender el fuego, sacar brasas, meter papa, camote, oca, habas, plátano, choclo. Destruir el horno, dejar caer los pedazos calientes sobre la comida y tapar todo muy bien. Esperar a que se haga lentamente. Desenterrar con las manos los tubérculos y las verduras y comértelos tal cual, en todo su esplendor, con el calorcito de la tierra encima. Comerte una tras otra porque una vez que empiezas, no es fácil parar. En el Valle he aprendido a simplificar la vida, a disfrutarla más. Aquí he sentido los elementos, me he dado cuenta de la riqueza que hay en la tierra. Ya no necesito tanto, los días pasan más lentos y agradezco todos los días la abundancia que me rodea.
Gracias a Victoria y Victoriano por acompañarnos y enseñarnos con paciencia este arte.
Laguna Huaypo 2023
